Como dicen nuestros amigos de la Editorial Carbrame, «Pasar tiempo en la naturaleza, conocer y comprender las especies con las que convivimos puede tener un efecto profundo y positivo en nuestra salud y bienestar personal». Hoy, 9 de noviembre de 2025, muchas personas están deseando que lleguen las rebajas de fin de año para hacer acopio de cosas que venderán dentro de poco en apps de artículos de segunda mano. Otras personas (quizá tú, si estás leyendo esto que es tan poco «cool»), estamos pensando cómo relacionarnos mejor con el entorno en el que vivimos. Para ello no se nos ocurre otra cosa mejor que dar una nueva vida a los materiales que nos encontramos en las basuras. Hablaremos de cómo construir una caja nido con una tabla de jamonero. Sí, habéis leído bien, «con una tabla de jamonero».
TACOS DE MADERA PARA CAJAS NIDO RECICLADAS
Podemos ver aves en lugares aparentemente estériles como edificios derruidos, torres de oficinas, patios de luces o puentes. Si «afinamos el ojo», veremos materiales infrautilizados por todas partes. Y no hablo sólo de los palets que a diario se abandonan en las zonas industriales o los contenedores. Todo tipo de materiales de una calidad más que aceptable, son tirados sistemáticamente a la basura, sencillamente por pura falta de imaginación. En breve se aproxima una época muy interesante y productiva. El mes de diciembre, tradicionalmente suele ser un mes de tirar muchos trastos y hacer acopio de otros tantos.
La nueva cesta de fin de año, además de plástico y muchos envoltorios de cartón, puede ser que incluya un jamón. Por cierto, más adelante haremos un post sobre el uso que podemos dar a esas cestas de mimbre, ya que gran cantidad de aves como el Búho Chico (Asio otus) y otras tantas, las pueden usar para criar, si las colocamos en el lugar adecuado. Y claro está, si están suficientemente tranquilas. Como decía, el jamón navideño muchas veces nos invita a cambiar ese viejo jamonero que nos regalaron hace unos años. Da igual si el jamonero que vamos a jubilar era más caro o más barato. Más grande o más pequeño. En general y por mi experiencia, la tabla principal suele tener unas medidas respetables y un grosor de al menos 3 o 4 centímetros.
Estas maderas, generalmente de pino, suelen estar barnizadas, fresadas y bien acabadas. En los soportes más cutres casi nada de esto se cumple, pero ya digo que, en general suelen ser unas peanas muy respetables. Si has dado con una, la operación siguiente es la más lógica y sencilla; toca desarmar la parte metálica con una llave inglesa o un destornillador.
Aunque el metal suele ser de tamaño y forma variable, a veces nos damos una sorpresa y podemos usarlo como soporte a la hora de colocar un cajón en un árbol o repisa. No suelo tirar los herrajes que me encuentro de jamoneros, sofás cama y muebles. En el mejor de los casos, les busco utilidad transformándolos con unos golpes o una radial. En el peor, los llevo en el maletero y cuando veo a algún chatarrero por la calle, le pito y se lo doy. Es curioso, pero siempre me hacen la misma pregunta/afirmación: «no llevará usted algo de dinero suelto».
FRISO MACHIHEMBRADO Y RETALES DE VIGAS DE MADERA
Una vez tengamos la base de madera, el resto de material pivotará sobre ella. Esto significa que en el diseño de una caja nido reciclada, «los retales son los que determinan la forma y no al revés». De esta manera, las mermas o residuos suelen ser del 1 al 3 %, cuando en la carpintería tradicional, no bajan del 15 %, pudiendo llegar al 40 %. Dicho esto, nos tocará pensar en el habitante de ese cubículo y en base a eso, ver lo que tenemos para seguir con la construcción. No os preocupéis por las herramientas puesto que, salvo un atornillador eléctrico, el resto de utensilios no son esenciales cuando se trata de reutilizar materiales. Otra cosa es construir muebles, mesas o ventanas… esos son «otros López».
Lo primero, a la hora de construir una caja nido con una tabla de jamonero, tenemos que decidir si la colocamos como base o como cubierta. Todo dependerá de la especie objetivo, como ya hemos mencionado. Eso sí, yo no aconsejo trocearla, ya que estaremos perdiendo un maravilloso taco de madera con una gran fuerza estructural. Además, no suelen sar tan grandes como para poder dividirlas y que queden unos trozos respetables. Por no hablar de que, al cortarlas, dejaremos una cara sin protección. Como he dicho, suelen estar barnizadas y esa capa viene muy bien frente a la intemperie.
Además de vigas de madera para los laterales, podemos usar friso machihembrado de 2 cm de grosor o retales de palets que hayamos desguazado con anterioridad. En general, cuantos menos elementos, más solidez estructural y mejor impermeabilización. Construiremos nuestro puzzle sin apenas hacer cortes y previendo dónde estará el agujero de entrada. La caja nido de la foto tiene retales de friso y vigas de madera cortadas circularmente. Además, tiene una especie de posadero que es totalmente innecesario en la mayoría de los casos. Lo he colocado para ver cómo quedan todos esos herrajes que nos encontramos en cualquier sitio y pensamos que son inútiles; guardadlos si podéis.
Ya que estamos, no cuesta ningún trabajo hacer unos agujeros de 1 cm de diámetro o menos, para que cualquier líquido y la suciedad más fina puedan drenar por ahí. Así mejoraremos de forma autónoma la limpieza del interior. Estos agujeros de drenaje o de ventilación (siempre de abajo hacia arriba, para usar la gravedad a nuestro favor y que el agua no llegue al interior) no eximen de un correcto mantenimiento anual de estas estructuras, salvo que no hayan sido ocupadas. Un vistazo en la época de reproducción nos dirá si ese año han tenido inquilinos o no.
PESO DE UNA CAJA NIDO RECICLADA: EL FACTOR LIMITANTE
El peso de una caja nido reciclada es algo que tenemos que tener muy en cuenta. Se instale en una cornisa o una rama, manejar cajas nido o cajones a partir de de más de 5 kilogramos, es todo un desafío. Es cierto que hay fabricantes que usan como base el cemento y la madera y realizan cajas nido de gran calidad. Sin embargo, a mayor peso, más cuidado hay que llevar con el manejo y la colocación, por no hablar de la elevación y los anclajes. Un operario puede desequilibrarse si su arnés no está suficientemente atado a las cuerdas. Además, un día de viento intenso puede desequilibrar el habitáculo y generar un accidente o volverlo totalmente inservible.
Dicho todo lo anterior, además de los agujeros de drenaje inferiores y los de ventilación superiores (el aire caliente siempre sube), hay que tener clara la función de las juntas de dilatación. El calor, el sol directo, la humedad, la lluvia, independientemente del clima, harán que la madera de la caja se contraiga y expanda. Por eso es clave para alargar la vida útil de la caja que las uniones no sean «perfectas». No pongamos demasiado empeño en ajustar los clavos o tornillos. Si el conjunto está «colocado con calzador», será mucho menos resistente al paso del tiempo.
Otra cosa muy distinta son las cajas nido recicladas para interior. Aves como la Lechuza Común y el Mochuelo, se sienten atraídas por las construcciones aisladas que funcionan a modo de cuevas. Si colocamos una caja nido reciclada para alguna de estas aves trogloxenas, podemos saltarnos algunas normas constructivas básicas que rigen para las cajas de exterior. En un granero o campanario, no tendremos el problema de lluvias, sol directo o humedades extremas. Además, con una escalera podremos vigilar periódicamente la construcción. Toda esa surpervisión hará que una caja nido con un diseño mejorable, nos dure muchos años y sea perfectamente funcional.
Sólo nos queda recomendaros que estéis al tanto de todos esos retales de madera que diariamente nos encontramos tirados en las basuras. Mi consejo es ir almacenándolos y cuando tengamos cierta cantidad, podremos empezar a montar esos puzzles que darán lugar a cajas nido recicladas y funcionales. Y no olvidéis el material reciclado para podel colgarlas, como muelles o alambres de acero. La idea es que el 98 % del conjunto sea reutilizado. De esa manera estaremos compensando nuestra huella de carbono y contribuyendo con los ODS de 2030.
PEQUEÑOS REFUGIOS para GRANDES CAMBIOS…….
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Este artículo no ha sido escrito con IA ni AI
