FABRICAR CAJAS NIDO CON EXTREMOS DE VIGAS DE MADERA

Hace unas semanas subíamos un post titulado «cajas nido fabricadas con vigas de madera«. La expectación ha sido grande y varias personas nos han hecho preguntas. ¿Cómo puedo hacer para aprovechar los grandes retales que me encuentro y fabricar cajas nido con extremos de vigas de madera?. ¿Puedo aprovechar los tarugos pequeños de madera maciza?.

Llegan las vacaciones y a más de un@ le sobrará tiempo para dedicar a su familia y a sus hobbies. Este post va dedicado a todas esas personas que disfrutan dando una segunda vida a muchos materiales, para que la vida siga floreciendo de forma interdependiente.

VIGAS DE MADERA MACIZA COMO ELEMENTO CONSTRUCTIVO

A pesar del auge de las pérgolas bioclimáticas, el uso de las vigas de madera como elemento constructivo todavía es muy habitual. Sobre todo en lugares donde existe una gran tradición. Es el caso de muchos lugares del norte de la península y Castilla, por ejemplo. Además, la proximidad de los bosques de repoblación, hace que haya más oferta de material y profesionales de ese sector.

La madera maciza, por muy bien que esté tratada que esté, requiere mantenimiento. Es un material que perteneció a un ser vivo y de alguna manera, sigue estando viva. No es algo inerte como el aluminio o el hierro. Quiz por ello, la calidez que nos transmite, es muy valorada para crear o acondicionar espacios en exterior. Las repoblaciones de coníferas (Pinus, Picea, etc), son la base de la fabricación de las vigas, sea cual sea su diámetro. El crecimiento «rápido» y las propiedades físicas de esas maderas blandas, hacen que sean muy cotizadas en la arquitectura de madera. Obviamente hay maderas más duras y tenaces, como el roble, el castaño o el nogal, pero se suelen usar para fabricar vigas.

El «corazón» de una viga de madera maciza no es, como se podría pensar, un árbol propiamente dicho. Da igual que se trate de una viga más o menos gruesa. El origen de una viga son los listones de madera. Éstos se ajustan y encolan en función del grosor y la longitud de la viga de madera que se necesite. En primer lugar se seca la madera, después se eliminan las impurezas y posteriormente se encola sobre la base de unas uniones muy específicas. Por último se deja que las vigas vayan curando y acaban cepillándose para eliminar los adhesivos y darles su toque uniforme.

Las ventajas de no tratarse de «árboles macizos», como se hacía antaño, son varias:

Mayor Resistencia: Al cortar y encolar, disminuimos y eliminamos los defectos naturales de la madera (nudos). Esto conlleva que el material resultante sea más fuerte y se trabaje más fácilmente.

Piezas más Grandes: Permite fabricar vigas de grandes longitudes, secciones y curvaturas que serían imposibles de obtener de un solo árbol.

Estabilidad: La madera laminada es mucho menos propensa a la deformación, torsión o agrietamiento que la madera maciza.

Peso y Manejabilidad: La madera laminada pesa sensiblemente menos que cualquier tronco de las mismas dimensiones/volumen, entre un 50 % y un 80 %. Al final se trata de metros cúbicos vírgenes o procesados.

Las desventajas de este tipo de materiales son fundamentalmente dos. Por un lado, la cantidad de mermas que hay en origen, desde que vemos el tronco a la viga de madera. Se estima que hay una pérdida de entre el 50 % y el 70 % de mermas, que obviamente se repercuten en el consumidor final. Por otro lado, al ser madera laminada, es más delicada y hay que llevar mucho cuidado con la veta. Los tornillos y el taladro pueden llevarnos sin querer, a resquebrajar los trozos más pequeños. Esto es más patente cuando trabajamos con trozos pequeños. Son mucho más inestables y hay más riesgo de roturas que en los trozos más largos.

En mis comienzos, desechaba esos triángulos directamente, ya que tampoco podía usarlos como escuadras, debido a su fragilidad. Recordemos el tema de la veta. Con el tiempo y haciendo auténticos puzzles, he descubierto que no es difícil aprovechar su naturaleza modular, para hacer cajas nido para aves insectívoras fundamentalmente. No podemos hacer grandes cajones para Lechuza o Cárabo. El peso sería inasumible y con el paso del tiempo, pondría en peligro la integridad del cajón.

HACER PUZZLES CON TRIÁNGULOS

No es nada nuevo que se pueden fabricar todo tipo de estructuras a base de poliedros y más concretamente, de triángulos. Desde mi experiencia, la clave está en agrupar los diferentes tacos por medidas y a partir de ahí, hacer las formas que queramos. Si se trata de aves insectívoras, el interior puede tener una medida mínima de unos 15×15 cm. El frontal y la trasera pueden ser de machihembrado (como en las fotos) o cualquier lama que nos sirva para dar sujección al conjunto.

Además de atornilllar o clavetear (yo prefiero atornillar después de usar una broca, así evitaremos roturas), habrá que encolar. Una vez secada la cola, hay que tener muy claro donde van las fijaciones para los colgadores. Cada taco individualmente pesa bastante poco, pero cuando nos juntamos con varios, el peso del conjunto es considerable. La parte positiva es que la estructura tendrá unas paredes gruesas y será muy premium a nivel de aislamiento y termoregulación.

CAJAS NIDO PARA MAMÍFEROS

Hablando de aislamiento, todos sabemos que los murciélagos necesitan pasar los meses más fríos en un lugar razonablemente cálido y de temperatura estable. Si colocamos los tacos triangulares alternando las diferentes caras, podremos hacer estructura lineales. Justo al contrario de lo que se ve en las fotos, que es una estructura circular. Con los tacos de menor grosor, podemos hacer líneas y aprovecharlas para las paredes laterales de las cajas nido de quirópteros. En el frontal y en la trasera, podemos colocar tablas dobles para mejorar el aislamiento. En el interior, una redecilla de plástico (no metálica), para facilitar el acceso y agarre de los moradores en el interior.

Una vez que tengamos cierta experiencia en unir estas aristas en forma triángulos escalenos, isósceles y raramente equiláteros, podremos fabricar cajas nido con extremos de vigas de madera también para erizos. La idea es exactamente la misma; aprovechar la modularidad de las diferentes piezas. Al final tendremos unos muros laterales con una altura razonable y una entrada adecuada. Encima podemos colocar una plancha de madera cubierta de hierba, tierra, ramas, etc. El conjunto quedará prácticamente enterrado y la estructura pasará completamente desapercibida. Con el tiempo no sólo podrá ser ocupada por erizos, si no también por reptiles o cualquier otro animal que pueda colarse por la abertura.

Si conocemos alguna carpintería que trabaje las estructuras de madera, podemos explicarles el proceso y, por mi experiencia, preferirán donar el material a alguien que apuesta por la vida, antes que al típico paisano que va con el remolque a recoger leña para la chimenea. Aparte de estos tarugos de forma triangular, los retales pueden tener forma rectangular o cuadrada. Sea cual sea la forma, con un poco de imaginación y combinando grosores y formas, podremos hacer gran cantidad de cubiles. Tanto para mamíferos, como para aves o insectos: gran número de tacos pequeños ordenados, pueden hacer un «taco grande».

PEQUEÑOS REFUGIOS para GRANDES CAMBIOS…….

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Este artículo no ha sido escrito con IA ni AI.

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