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  • IMPORTANCIA DE LAS CAJAS NIDO Y LOS SETOS PARA MEJORAR LA BIODIVERSIDAD

    En la Naturaleza, todo está interrelacionado. Un anuncio de coches lo dice bien claro, «cuando conectas, llegas más lejos». En él aparecen dos «IAbejorros» muy «sImpAticos» que logran reunirse con el acto de empatía de un niño. Toda una lección de interdepencia. Así es, sabemos que estamos interrelacionados, claro, pero lo obviamos por que no nos interesa. Y no hablo ahora de grandes acciones o grandes ecosistemas como la Amazonía o los bosques boreales. Hablo de la necesidad de las pequeñas acciones. Sin ellas, los ecosistemas se fragmentan y perdemos especies a un ritmo alamante, nuestros ecosistemas enferman y enfermamos nosotros/as. De ahí la importancia de las cajas nido y los setos para mejorar la biodiversidad.

    LOS SETOS COMO AUTOPISTAS DE BIODIVERSIDAD

    La biodiversidad es la esencia misma de la vida en la Tierra. Cuando un eslabón de esta cadena se debilita o desaparece, el conjunto se resiente. Los setos, por ejemplo, no son simplemente barreras vegetales; son intrincadas redes de vida que ofrecen una multitud de nichos ecológicos. Muchas veces no los vemos, pero ahí estan. No son muy altos, ni verdes, ni tan siquiera frondosos, pero suelen ser bastante impenetrables.

    Un seto mixto, compuesto por diversas especies arbustivas y herbáceas, puede albergar desde insectos polinizadores hasta pequeños mamíferos, aves e incluso anfibios y reptiles. Las ramificaciones densas proporcionan sitios seguros para anidar, alimentarse y escapar de los depredadores. Las flores atraen a las abejas y mariposas, vitales para la polinización. Los frutos y bayas son una fuente de alimento crucial para aves migratorias y residentes durante todo el año. Incluso la hojarasca acumulada en la base de un seto crea un microhábitat rico en materia orgánica, ideal para invertebrados descomponedores que, a su vez, son alimento para otras especies como erizos.

    Este entramado de vida es un ejemplo perfecto de cómo un espacio aparentemente pequeño puede desencadenar una cascada de beneficios ecológicos. Todos ellos contribuirán de manera directa a la estabilización y el enriquecimiento de la biodiversidad local.

    En cualquier intervención humana consciente y bien dirigida, la naturaleza puede encontrar, y de hecho los encuentra, caminos para prosperar. Sólo es cuestión de poner foco en lo que tenemos y hacia dónde queremos llegar.

    USA MADERA RECICLADA PARA CONSTRUIR TUS SETOS

    Desde un pequeño jardín a una explotación agrícola, hacer hileras de setos es sencillo, económico y muy rentable a largo plazo. Sólo tienes que recurrir a semillas que puedas recoger del campo y alguna planta que puedas comprar en algún vivero que tengan especies nativas de tu zona. Usa madera reutilizada para tus parterres, siempre cuidando que esté libre de pinturas protectoras y clavos. Te ayudarán a estabilizar la tierra si hay pendientes y a organizar las hileras con cierta regularidad. Una vez organizado todo, sólo hay que esperar.

    Romero, lavanda, adelfa, lantana, lentisco, coscoja, tomillo, jara… Bien distribuidas, entremezcladas y con un riego de apoyo hasta que arraiguen, comprobarás con el tiempo que los recursos que proporcionan los setos van más allá del simple refugio. Son verdaderas despensas y hoteles para la fauna:

    • Alimento: Las flores de muchas especies son una fuente vital de néctar y polen para una multitud de insectos polinizadores. Abejas, abejas, mariposas y sírfidos, esenciales para la reproducción de muchas plantas cultivadas y silvestres. Los frutos y bayas (moras, endrinas, escaramujos…) son una fuente de energía invaluable para aves y mamíferos en otoño e invierno. Además, la vasta población de insectos que reside en el seto sirve de alimento para animales insectívoros.
    • Refugio y protección: La densidad de un seto ofrece protección contra depredadores aéreos y terrestres. Los animales pueden esconderse rápidamente entre las ramas y también los protege de vientos fuertes, lluvias torrenciales y temperaturas extremas, tanto en invierno como en verano.
    • Sitios de anidación y cría: Como se mencionó, los setos son sitios privilegiados para la nidificación de muchas especies de aves, que construyen sus nidos entre las ramas entrelazadas. Pequeños mamíferos también pueden criar a sus retoños en la base del seto o en huecos entre las raíces.
    • Corredores ecológicos: Quizás una de las funciones más críticas de los setos en los paisajes fragmentados de hoy es su papel como corredores ecológicos o «stepping stones». Conectan parches de hábitat aislados (bosques, prados, riberas), permitiendo a las especies moverse de un lugar a otro, buscar alimento, encontrar pareja y dispersarse. Sin estos corredores, las poblaciones quedarían aisladas, lo que las haría más vulnerables a la endogamia, las enfermedades y la extinción local.

    Además de los setos, la importancia del «desorden» natural en un ecosistema no puede ser subestimada. Un árbol caído que se pudre lentamente en el suelo, un tronco hueco, una rama rota o incluso una charca temporal creada por una depresión en el terreno, son microhábitats de valor incalculable.

    Un tronco en descomposición es hogar de innumerables insectos xilófagos, hongos y bacterias, que a su vez son alimento para aves picoteadoras y pequeños mamíferos. La madera muerta también retiene humedad, creando un microclima más fresco y húmedo. Un agujero en un árbol que acumula agua de lluvia puede convertirse en una pequeña charca para larvas de mosquitos, renacuajos de anfibios o incluso servir de bebedero para aves.

    Todos estos elementos «desordenados» enriquecen la diversidad estructural del paisaje y apoyan a especies que no podrían prosperar en un entorno perfectamente «limpio» y ordenado. Un lindero con unas cuantas plantas de romero o lavanda, aunque parezca insignificante, puede ser un punto de parada crucial para polinizadores en su búsqueda de alimento. Un pequeño oasis de néctar y polen en un mar de cultivos o asfalto.

    IMPORTANCIA DE LAS CAJAS NIDO

    Paralelamente a la función de los setos, la importancia de las cajas nido en la conservación de la biodiversidad es igualmente crítica. Sobre todo en entornos donde las cavidades naturales son escasas o han desaparecido. La pérdida de árboles viejos con huecos, la tala de bosques maduros y la modernización de edificios que eliminan rincones y grietas, han dejado a muchas especies sin lugares adecuados para anidar, refugiarse o hibernar. Las cajas nido y otras estructuras artificiales suplen esta carencia, proporcionando hogares seguros y específicos para diferentes tipos de fauna.

    Aún recordamos el cartel del I.C.O.N.A que explicaba la importancia de las cajas nido para aves insectívoras. Esas cajas verdes que hemos visto en muchas ocasiones al lado de los caminos. No servían de mucho, pero nos imaginábamos que nuestros gobernantes y sus asalariados ingenieros de montes, sabían lo que hacían. O no…

    ¿Por qué son necesarias las cajas nido?

    Muchas aves, mamíferos e incluso algunos insectos dependen de cavidades para su ciclo de vida. Las aves cavernícolas, como carboneros, herrerillos, gorriones, estorninos, trepadores azules y algunas rapaces nocturnas como los mochuelos y autillos, necesitan huecos en los árboles o edificios para construir sus nidos y criar a sus polluelos.

    De manera similar, los murciélagos requieren grietas y hendiduras para descansar durante el día y criar a sus crías. Lirones y otras pequeñas criaturas también usan cavidades. Cuando estos recursos naturales escasean, la capacidad de las poblaciones para reproducirse y sobrevivir se ve gravemente comprometida. Las cajas nido recicladas compensan la huella de carbono y son una solución eficaz y relativamente sencilla para mitigar esta pérdida de hábitat.

    BENEFICIOS ESPECÍFICOS DE LAS CAJAS NIDO RECICLADAS

    • Aumento de poblaciones de especies beneficiosas: Al proporcionar lugares de anidación seguros, las cajas nido pueden llevar a un incremento en el número de aves insectívoras, murciélagos o insectos polinizadores en una zona, lo que tiene un efecto positivo en el equilibrio ecológico, reduciendo la necesidad de pesticidas.
    • Conservación de especies amenazadas: Para especies cuya supervivencia está ligada a la disponibilidad de cavidades, las cajas nido pueden ser un factor determinante para evitar su declive o extinción local.
    • Oportunidades para la observación y educación ambiental: La instalación de cajas nido ofrece una oportunidad única para observar la fauna de cerca, aprender sobre sus ciclos de vida y fomentar la conexión con la naturaleza, especialmente en entornos urbanos y escolares. Es una herramienta educativa poderosa.
    • Fomento de la biodiversidad urbana y periurbana: En ciudades donde el hábitat natural es limitado, las cajas nido permiten que la vida silvestre coexista con los humanos, enriqueciendo el entorno y sus funciones ecológicas.

    La ubicación y el mantenimiento adecuados son cruciales para el éxito de las cajas nido. Deben estar bien orientadas y limpiarse anualmente (fuera de la temporada de cría) para evitar parásitos.

    AUTOEQUILIBRIO, PLAGAS Y BIODIVERSIDAD

    La esencia de un ecosistema saludable es su capacidad de autoequilibrarse, de mantener sus poblaciones y procesos en un estado dinámico de estabilidad o alostasis. Esta resiliencia se basa en la diversidad y complejidad de las interacciones entre especies. Y al revés, cuanto más simples son los ecosistemas, como ocurre con los moncultivos, la presencia de plagas es prácticamente inevitable.

    Los setos y las cajas nido, al enriquecer la biodiversidad local, fortalecen directamente esta capacidad de autoequilibrio. Un ecosistema biodiverso es, por naturaleza, más resiliente. Si una especie se ve afectada por una enfermedad o un cambio ambiental, la existencia de otras especies con funciones similares (redundancia funcional) o una mayor diversidad genética, permite que el ecosistema se adapte y se recupere.

    Los setos, con su diversidad de especies vegetales, son menos vulnerables a plagas o enfermedades que pueden aniquilar un monocultivo. Del mismo modo, una comunidad de aves que utiliza cajas nido diversificadas es más robusta frente a desafíos específicos que puedan afectar a una sola especie.

    La creación o mejora de un microhábitat, como un seto bien gestionado o la instalación estratégica de cajas nido, no solo beneficia a las especies que lo utilizan directamente. Son capaces de desencadera un efecto dominó positivo en todo el ecosistema circundante. La polinización de las plantas cultivadas en un huerto cercano mejora. El control natural de plagas reduce la necesidad de químicos. La dispersión de semillas por aves que se alimentan en el seto ayuda a la regeneración natural de otras zonas. Los corredores ecológicos facilitan el flujo genético entre poblaciones, aumentando su viabilidad a largo plazo.

    Reconocer la importancia de las cajas nido y los setos es el primer paso; el siguiente es actuar. La implementación efectiva de estas estrategias de conservación requiere conocimiento, planificación y un compromiso a largo plazo.

    Numerosos ejemplos a lo largo y ancho del mundo demuestran empíricamente la importancia de las cajas nido y los setos en la recuperación de la biodiversidad.

    En el Reino Unido, por ejemplo, la reintroducción de setos en paisajes agrícolas ha sido fundamental para la recuperación de poblaciones de aves de campo y pequeños mamíferos. Proyectos específicos han documentado aumentos significativos en la diversidad de aves, el número de polinizadores y la actividad de murciélagos en fincas que han restaurado sus setos tradicionales.

    En el ámbito agrícola, el establecimiento de setos perimetrales y corredores ecológicos dentro de las explotaciones no solo mejora la biodiversidad. Además también ofrece beneficios económicos al agricultor al potenciar la polinización de cultivos y el control biológico, reduciendo la dependencia de fertilizantes y pesticidas químicos. La resiliencia de los cultivos y la salud del suelo también se ven indirectamente beneficiadas.

    CRISIS DE BIODIVERSIDAD ECOLÓGICA Y MENTAL

    La crisis de la biodiversidad no es si no un reflejo de nuestra profunda CRISIS MENTAL. Nuestros actos y sus consecuencias nos dan una idea de lo que tenemos en la cabeza (no es una opinión, es estadística):

    INSTAGRAMER TURGENTE, 2,1 MILLONES DE SEGUIDORES

    ROOTSANDSHOOTS, 44.800 SEGUIDORES

    Como decíamos al comienzo, muy a menudo, la respuesta se encuentra en la suma de pequeñas acciones, replicables y efectivas, que restauran el equilibrio perdido a nivel local. La importancia de las cajas nido y los setos en este panorama es incuestionable. Son elementos accesibles, relativamente sencillos de implementar y con un impacto ecológico desproporcionadamente grande.

    Los setos son las venas y arterias de nuestros paisajes, tejiendo una red de vida que permite la conectividad y la resiliencia de los ecosistemas. Las cajas nido son los refugios de emergencia, los hogares que garantizan la supervivencia y la reproducción de especies vitales que han perdido sus cavidades naturales. Juntos, estos elementos facilitan que la biodiversidad se autoequilibre, que las complejas redes de vida se mantengan y prosperen, incluso en un mundo que cambia rápidamente.

    Plantar un seto nativo en nuestro jardín, instalar una caja nido para aves o murciélagos, o apoyar proyectos de conservación que promuevan estas prácticas, son acciones concretas que contribuyen directamente a un futuro más verde, más sano y más equilibrado para todos. Al invertir en la salud de nuestros setos y en la disponibilidad de cajas nido, estamos invirtiendo en el bienestar de nuestro planeta y en la supervivencia de las generaciones futuras. Es hora de dar a estos humildes guardianes de la vida el protagonismo que merecen.. te animas??.

    PEQUEÑOS REFUGIOS para GRANDES CAMBIOS…….

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    Este artículo no ha sido escrito con IA ni AI

  • CAJA NIDO CON LARGUEROS DE CAMA PARA INSECTÍVORAS

    CÓMO REALIZAR UNA CAJA NIDO CON LARGUEROS DE CAMA PARA AVES INSECTÍVORAS

    El calor aprieta y el fringílido de la foto de portada satisface su sed en un pequeño arroyo. Hoy no hablaremos de calor, ni de verano ni de efecto invernadero. Hablaremos de camas y de cómo realizar una caja nido con largueros de cama para insectívoras.

    Tradicionalmente en España, los largueros laterales de las camas de matrimonio, así como la estructura principal de muchos muebles, se han fabricado predominantemente con maderas duras y resistentes. Antaño eran abundantes y no había muchas restricciones. Además, eran fácilmente accesibles en la península. Hoy día estos materiales tan nobles están disponibles de forma gratuita en vertederos ilegales y contenedores de basura. Los tiempos cambian, pero la madera de calidad sigue estando ahí para que le demos una nueva vida.

    TIPOS DE MADERA PARA CONSTRUIR CAMAS

    Los largueros laterales de la foto anterior es probable que tengan unos 100 años. Se dice pronto, pero ahí están. Han sido retirados por los motivos más peregrinos pero probablemente habrían durado otros 100 años más.

    Las maderas más comunes para realizar estos trabajos han sido maderas de crecimiento lento, muy al contrario de las que nos podemos encontrar en la actualidad. Obsérvese en la siguiente foto la sección de uno de estos largueros y la de un taco de palet. Los anillos de crecimiento no tienen nada que ver. En el primer caso están muy ordenados y perfectamente amontonados. En el segundo hay una gran distancia entre ellos y el desorden es mayor.

    Sin tener a la mano una báscula, por la imagen podemos saber qué madera es más densa y pesada. A menor distancia entre anillos, crecimiento más lento y más densidad. Además, la anchura de cada capa es mucho más delgada.

    Por último, el color entre uno y otro también es un signo identificativo. En el caso del taco de palet, se observa una madera blanquecina y poco envejecida. En los largueros, el color achocolatado y la veta, nos sugieren un árbol de mucha más edad.

    TIPOS DE MADERA QUE NOS PODEMOS ENCONTRAR

    Las camas que hacían los carpinteros a principios y mediados de siglo estaban hechas para durar. Además, estos trabajos estaban realizados con una maquinaria industrial pero sencilla. Cuando había, las cabezas de los tornillos eran planas y los clavos eran muy habituales. Nada de grapas o similar. Si nos fijamos se nota en los detalles que la manipulación no es perfecta, lo que indica un elevado nivel de artesanía.

    Dependiendo de la zona y del poder adquisitivo, una de las maderas más solicitadas era la de Roble (Quercus robur). Ha sido una de las maderas más utilizadas en la ebanistería española hasta mediados del siglo XVII. Su resistencia, durabilidad y la belleza de su veta la hicieron ideal para muebles robustos, incluidas las camas. El de la foto siguiente es un precioso Quejigo (Quercus faginea) que nunca debería ser usado como madera, puesto que los árboles viejos NO SON UN RECURSO RENOVABLE.

    El Castaño (Castanea sativa), al igual que el roble era muy apreciado por su resistencia y durabilidad. Es una madera fuerte y con una buena respuesta al trabajo, lo que la hacía una elección popular para estructuras que debían soportar peso y el paso del tiempo. Además, el aprovechamiento de las castañas ha favorecido el mantenimiento de castañares en muy buen estado de conservación en muchas zonas de la Península.

    Al Nogal (Junglans regia), le ha sucedido algo similar al Castaño. El aprovechamiento de sus frutos y la belleza de su madera, ha favorecido su plantación y mantenimiento en ciertas localidades. Recordemos que aguanta muy bien las heladas, pero necesita mucha cantidad de agua. Se trata de una madera muy agradable de trabajar, resistente y de un color muy atractivo.

    España produce sólo el 30 % de la nuez que consume. Debido a ello, el cultivo del Nogal ha tenido un auge en los últimos años. Aunque se trata de una inversión a largo plazo, la vida útil de uno de estos árboles es muy larga ya que puede superar los 300 años. Por todo ello, se pueden obtener rendimientos muy altos por hectárea.

    El Pino (Pinus spp.), en sus diferentes especies cultivadas, es una conífera que se ha usado ampliamente, sobre todo en muebles más rústicos y baratos. Se trata de una madera fácil de trabajar y relativamente barata. Debido a la resina, necesita un tiempo de secado importante para poderla trabajar y que no se combe. Una vez que ha perdido la humedad, se puede barnizar y el resultado tiene bastante calidad y un peso menor.

    El Haya (Fagus sylvatica) también se ha usado en ebanistería. Se trata de una madera dura, densa y muy resistente. Estas propiedades la hacen ideal para estructuras que requieren soportar peso y resistir el desgaste. Además, tiene una veta muy fina y uniforme (como se puede ver en la foto). Su color claro la hace muy atractiva y es muy agradecida de trabajar. Además, es relativamente fácil de curvar con vapor. Todas estas características la hicieron popular en la ebanistería y en la fabricación de sillas y otros elementos estructurales de muebles.

    Su uso dependía mucho de la disponibilidad local en las distintas zonas de España. En regiones donde los bosques de hayas eran más comunes, era más probable que se utilizara esta madera para la fabricación de camas y otros muebles robustos. En otros lugares se ha usado el Roble y el Pino como elemento constructivo y para ebanistería.

    Todas estas maderas han ofrecido tradicionalmente la robustez necesaria para soportar el peso del colchón y de las personas. La elección específica podía variar según la región, la disponibilidad local de la madera y el estatus económico de la familia.

    DIY CAJA NIDO CON LARGUEROS DE CAMA

    Como podemos ver en la última foto, usaremos dos tacos de madera de pino procedentes de un palet para la parte superior y la inferior. Ellos serán los que nos servirán de guía para fijar los laterales. En este caso se trata de los extremos de unos largueros antiguos.

    No debemos obsesionarnos con que todas las partes encajen perfectamente. Al contrario. Si las uniones tienen cierta holgura, nos vendrá muy bien para que aguanten los cambios de temperatura. Además, también podrán drenar cierta cantidad de agua y hacer que la caja «respire».

    Si nos fijamos en la cubierta, está totalmente descuadrada. No hay problema, porque vamos a recubrir la caja nido para insectívoras con un trozo de cámara de moto. Sé que no es un material biodegradable, pero como digo siempre, las cajas nido deben estar controladas y monitorizadas. Esto hace que, al final de su vida útil, podamos retirar los elementos no degradables como metal o goma, para su posterior reciclaje.

    Vemos en la fotos como la madera aún tiene los clavos y no ha sufrido ningún proceso de lijado o regruesado. Y mucho menos pintado. Ya he explicado que no suelo repasar la madera por muchas razones. La funtamental es que prefiero que tenga un grosor elevado, lo que influirá positivamente en su durabilidad y termoregulación. Además, al abrir el poro, «rejuvenecemos» la madera, dejándola mucho más expuesta a agresiones de hongos e insectos.

    Es importante que los cáncamos o hembrillas no las coloquemos en la parte superior, para evitar tensiones innecesarias. Suelo poner uno a cada lado y como mucho, uno más en la parte de atrás. De esta forma la fuerza se reparte.

    La cámara de moto (patinete, bicicleta, tractor…) es un material fácil de trabajar y bastante noble. Mucho más sencilla de trabajar que la tela asfáltica y menos pesada. Resiste muy bien el paso del tiempo y bien fijada, garantiza una impermeabilidad más que aceptable. Todos los tornillos que suelo poner llevan arandelas, para mejorar la fijación de la goma.

    Hace años que no compro tornillos pequeños. Los recolecto de los muebles que encuentro en la basura. Con un poco de paciencia, cualquier módulo de cocina o armario puede generarnos una buena cantidad de tornillería perfectamente conservada. Salvo que haya estado en contacto con la humedad, estos herrajes tienen mucha durabilidad y se pueden volver a reutilizar.

    El agujero de entrada tiene unos 3,5 cm, lo que permite que puedan acceder especies como los páridos (Parus spp.) o el Gorrión Molinero (Passer montanus), entre otros. Como protección frente a pícidos y otros depredadores, lleva un herraje de un enchufe y en la base, varios agujeros de 1 cm de diámetro para drenar el agua interior.

    En esta ocasión no lleva bisagra ni puerta para acceder al interior. Llegado el caso, habría que hacerlo desatornillando varios tornillos. Las bisagras que utilizo son de cazoleta, como las que se usan en los módulos de cocina. Nunca he comprado ninguna, puesto que suelen estar en muy buen estado en los muebles que hay en la basura. Excepcionalmente se pueden oxidar las de las cocinas, pero no es lo habitual. No recomiendo comprar bisagras para hacer cajas nido para insectívoras con largueros de cama.

    Como vemos en la última foto, para el frontal he usado friso machihembrado de 2,2 cm. de grosor. No suelo cortar la madera para adecuarla a lo que voy a construir. De esta forma, las mermas son del 1 al 3 %. Cuando la terminaba, observé que el retal que mejor se adecuaba para la parte frontal era el de friso. De esa manera nos ahorramos algo de peso, puesto que todas las paredes hechas con largueros habrían supuesto un peso elevado, para el tipo de caja que tenía en mente.

    Es cierto que no se trata de una caja nido reciclada muy estética, pero su ecodiseño proviene del «no-diseño». Esto significa que la sostenibilidad y recircularidad son las que determinan su funcionalidad. Por eso nunca uso madera cruda o tableros nuevos. En el caso de las cajas nido recicladas que fabrico, el diseño es la consecuencia de una disponibilidad de material, de una decisión ética y por tanto, política.

    PEQUEÑOS REFUGIOS para GRANDES CAMBIOS…….

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